Un poco de bondad un poco de paciencia y un poco de coraje elementos básicos para construir lentamente una vida simple que a la vez entregue contenido a la existencia de quienes dependen de ti y de los que se crucen por tus andares. No venimos a cambiar el color de la primavera solo venimos dar amor a las flores a resguardarlas del frio y del calor intenso para que sigan viviendo hermosas aun cuando nuestro otoño se haga presencia y marchemos. Un poco de alegría de esa que desborda sin opacar la ajena y un poco de silencio cuando de escuchar se requiera solo venimos a dar no a juntar arena que por la mano empuñada, entre los oscos dedos también se riega el océano de la existencia. Y solo un recuerdo caminante eterno de todos tus senderos para quien compartió tu lecho, tus sueños y desdichas es lo único que queda. ¿Y qué más dar a la vida que tu vida y tu muerte en alegría?